Cuando el odio provoca una reacción

Comparte este artículo en...

Muchos podrían haber sidos los temas de la semana (presupuestos, shutdown, brexit, Gillette, Errejón, …) pero me centraré en uno que me llamó la atención a través de Politibot, y también en Twitter (no me acuerdo exactamente quién), sin realmente sorprenderme la verdad. ¿De qué estoy hablando? de Vox, en gran parte, pero también de la toxicidad cada vez más reinante en Internet. Sobre todo en las redes sociales.

Si vives en España o sigues de cerca la política española, el nombre de ese partido te sonará mucho, al haber logrado 12 escaños en las elecciones autonómicas andaluzas. Un hito histórico para ese partido, al que se le sitúa a la extrema derecha del espectro político, ya que nunca habían logrado nada así.

Pero uno de los problemas está en que los medios tradicionales, y no tan tradicionales, le han dedicado una cobertura que no se ajusta con su peso ni su importancia.

¿Cómo puede ser que un partido que haya recibido menos votos que otro tenga mayor cobertura? Y no me estoy refiriendo a los «tradicionales», si no a uno que no hubiese entrado en tu quiniela: Pacma.

El partido animalista había logrado más votos que Vox en tres de cuatro grandes votaciones (Las dos últimas generales y las andaluzas de 2015). A pesar de eso, Pacma no acaparó ninguna portada, ni abrió ningún telediario.

¿Por qué? Pues para contestar a eso, tenemos la suerte de que esta semana ocurrió otro evento que permite explicarlo fácilmente: el anuncio de Gillette. La polémica está servida, y si no voy a entrar en sí está bien o no ese anuncio, si quiero detallar un par de cosas.

Primero, el número de no me gusta en el vídeo en YouTube, que ya pasó del millón y supera a los me gusta.

Segundo, hombres que sienten su masculinidad atacada con este anuncio (no, no estoy de broma) y que necesitan «movilizarse» ante ello. Sea con comentarios negativos, hacer un boycott de la marca, u otras acciones.

Para los que están interesados en leer algo más en detalle sobre lo de Gillete, les aconsejo ver el hilo de Hugo Sáez (@Hugo_saez) en Twitter:

En lo que nos refiere, me voy a quedar con el punto dos del tuit que recalqué aquí y que ayudaría a explicar el por qué de la gran cobertura de Vox estos últimos meses.

Algo que desgraciadamente ya se vio en su momento con Trump, o incluso el Brexit pero que seguimos cayendo en la misma trampa de dar cobertura a ideologías nocivas.

El problema está en que esos mensajes polémicos atraen, mucho, la atención. Y no hay nada mejor para un medio de comunicación que eso, ya que esto significa más audiencia. Justamente lo que necesitan para atraer a gente a su «causa».

Habría que pedir a los medios de comunicación que reflexionaran sobre la cobertura que hacen a estos partidos políticos ya que a mayor visibilidad, mayor éxito tendrán. Investigaciones en Países Bajos, Alemania y Bélgica vieron una correlación (el artículo que usó Politibot y que me sirvió para la reflexión semanal), o por lo menos una causante, entre el voto recibido y la cobertura de partidos de extrema derecha.

¿Qué se puede hacer entonces? Muy simple, no darles voz (sin querer hacer un mal juego de palabras). Ya que estamos en una era de las redes sociales, esto significa no retuitear o compartir sus mensajes, ni siquiera si es para contestar o rectificar las mentiras que quieren difundir.

Ya que muchas veces lo que hacemos es permitir que otras personas puedan acceder a enlaces con noticias falsas (las famosas fake news) que sus difusores no tienen intención de corregir.

Está claro que si ignoramos esas personas en las redes sociales, no se eliminará el problema. Pero por lo menos se evitará darle una plataforma para difundir libremente mentiras.

Si sigues sin comprender como un partido como Pacma sigue sin obtener un escaño, sea cual sea, y otro como Vox ya se ha hecho un hueco en la política española, la respuesta es muy simple: es más fácil atraer la atención con el miedo o el odio, que con un mensaje medido y constructivo.


Comparte este artículo en...

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.