Último capítulo de la temporada, que duró una hora, en el que ocurrieron muchas cosas. Cerrando etapas para algunos protagonistas y abriendo otras que se contarán en la siguiente temporada. Aunque el capítulo haya durado más de lo habitual, no hubo desigualdades o momentos más lentos (aunque sí algunos muy tensos) y por lo tanto tuvimos un ritmo adecuado, ni demasiado rápido, ni demasiado lento. Claro está que la necesidad de acabar las aventuras del tercer libro no permitían dar descanso al capítulo pero tampoco dejaba a uno perdido. Quizás dónde sí nos deja perdidos es en nuestra dosis de nuevos capítulos, y la espera hasta abril del año que viene se hará muy larga. En general, el capítulo es una pura maravilla y como no podía ser de otra manera, termina la temporada con matrícula de honor, dejando atrás a muchos protagonistas y otros muy diferentes en comparación con el principio de la temporada. No había tiempo para todos los protagonistas en ese último capítulo, pero su ausencia apenas se hizo notar gracias al avance de los demás.
Como siempre, los que aún no han visto el capítulo, y si no quieren saber lo ocurrido, absténgase de leer la crónica.
Jon Snow
Después de la gran batalla librada entre los suyos y los del norte, vimos como Jon Snow cruzaba la puerta para negociar una paz, pero nunca se habría imaginado ver a Stannis Baratheon darle una “pequeña” visita y al mismo tiempo hacerle un gran favor capturando a los wildling. La escena de invasión de los soldados de Stannis, ha sido impecable y demuestra otra vez más la calidad irreprochable de la serie a la hora de hacer los efectos especiales. Además de mostrar a la perfección la estrategia usada por Stannis para atacar a su enemigo por los dos flancos y dejando ninguna escapatoria; atacando además con miles de soldados a caballo, para que no haya dudas de que su viaje a Bravoos fue más que productivo.
Daenerys Targaryen
Cada capítulo que pasa, vemos poco a poco como el reino de Daenerys se está derrumbando ante ella sin que pueda hacer gran cosa. Cuando todo apuntaba a que por fin podría cruzar el mar para destronar a todos los reyes, autoproclamados o no, de los 7 Reinos, su andadura ha ido a peor. Sus dos principales problemas han sido sus decisiones un tanto drásticas que no sentaron bien a los habitantes de Meereen y la actitud de sus dragones. No cabe la menor duda de que Daenerys ama a sus dragones como si fuesen sus propios hijos, pero a cada temporada que pasa, aquellos se hacen más grandes, pero también más incontrolables. Cuando uno de sus ciudadanos le mostró los huesos quemados de su hija de 3 años, aquello fue el colmo para la reina y no tuvo más remedio que tomar medidas draconianas, y encadenó y encerró a los 2 dragones más pequeños en las catacumbas antes de que cometieran otra atrocidad. Pero si no fuera poco, sigue sin noticias de su “amante” que aún no ha vuelto de su viaje en su nombre. Un final de temporada complicado para Daenerys que augura momentos malos para la próxima temporada, y quién sabe si deberá deshacerse de alguno de sus dragones que tienen un apetito cada vez más grande. La quinta temporada no será nada fácil para Daenerys y su armada, y su sueño de reconquistar King’s Landing se aleja, de momento.
Familia Lannister
Vemos como Cersei intenta salvar a la Montaña, que ha sido envenenado por la daga de Oberyn (no es por nada que le llamaban la Víbora), pagando su deuda por haber condenado a su hermano pequeño a muerte. Al mismo tiempo se alejó del maestro Pycelle, por no querer hacer lo que pidió. Por si fuera poco, Cersei se opuso, por enésima vez, a su padre que está determinado a casarla otra vez. Después de la muerte de su hijo, Cersei parecía irreconocible, al dejarse llevar por su luto y perdiendo su poder de influenciar y hacer todo lo que sea para obtener lo que quiere. Cómo ha sido el caso de amenazar a su padre en desvelar la verdad entre ella y Jaime. Pero lo más interesante de Cersei en este capítulo, a parte de recuperar su determinación – “por mi familia no, nada; haría cosas para mi familia que no podrías imaginar.” – es la vuelta a la normalidad entre ella y su hermano que no parecían estar en sintonía desde el primer capítulo de la serie, cuando Jaime empujó al vació a Brann. Ha vuelto Cersei, y parece estar más fuerte que nunca, sobre todo después del inmenso favor que le ha hecho su hermano pequeño. Parecía imposible que Cersei fuese aún más malvada, pero logró demostrar que no perdió de su capacidad, y es admirable ver cómo después de cuatro temporadas sigue aún respirando.
Si había que escoger tan solo un protagonista para toda la cuarta temporada, ese no sería otro que Tyrion Lannister. A pesar de haber logrado recuperar a Cersei, Jaime era incapaz de dejar morir a su propio hermano sin hacer nada y es por ello que hizo lo posible para liberarlo, con la ayuda de Varys, y hacerlo salir de la ciudad sin que nadie se diese cuenta. Emocionante adiós entre los hermanos, que demuestra la gran unión que hay entre ambos que son mucho más parecidos de lo que parecen, mientras que Cersei se parece más a su propio padre. Antes de ir a su punto de encuentro con Varys, Tyrion hizo un pequeño desvío en la habitación de su padre para quizás enfrentarse con él pero lo que se encontró allí fue mucho peor. Tumbada en la cama estaba Shae, la mujer que tanto amaba y que le traicionó en el juicio, y aunque parecía ser una maniobra de Cersei, resultó ser su padre quién obligó a Shae a testificar contra Tyrion. Lo que siguió fue un sufrimiento increíble para el propio Tyrion que no tuvo más remedio que estrangular a Shae por haberle traicionado. Se podía leer en su cara el dolor de lo que acababa de hacer, aunque aún le faltaba otra víctima por matar. El lugar fue de lo más inusual, el retrete, pero al mismo tiempo de lo más acertado para la muerte de Tywin. Lo mismo se puede decir con el arma del crimen, la ballesta que usó Joffrey para matar a Ros (la prostituta que trabaja para Baelish). Después de tanto tiempo, por fin murió Tywin, aunque intentó todo lo posible para convencer a su hijo (que tanto odiaba y quería ver muerto) de no matarlo. Tyrion no se inmutó y le clavó dos flechas, la primera por llamar 2 veces puta a Shae. Su tranquilidad a la hora de armar de nuevo la ballesta fue bastante brutal y casi un alivio viendo que por fin Tyrion tendría la oportunidad de vengarse por todos los años de desprecio que recibió por parte de su padre y que nunca le reconoció como hijo verdadero. Poco a poco la balanza se reequilibra entre Lannister y Stark, y ahora falta por saber hacia dónde se dirige el barco en el que está Tyrion; cruzando los dedos para que sea Braavos, para así haber un reencuentro muy especial entre dos de los mejores personajes de la serie.
Por último, me gustaría destacar la prestación más que impresionante por parte de Peter Dinklage que temporada tras temporada no para de ser mejor y hace de Tyrion uno de los mejores personajes de la serie, si no el mejor.
Familia Stark
Poco se vio de Bran durante la cuarta temporada pero aquello no quiere decir que su viaje no seguía en adelante, y en este último capítulo, vimos como por fin llegaba a su destino. A ese árbol que vio en sus sueños, pero si el viaje desde Winterfell no fue fácil, aún menos lo han sido los últimos metros. El grupo sufrió el ataque de unos muertos que estaban empeñados a matarlos antes de llegar a la meta. Otra vez más, Bran tuvo que tomar posesión del cuerpo de Hodor para que ese abandonase sus miedos y se transforme en un poderoso guerrero. Poco pudo hacer Meera para salvar a su hermano, y a pesar de la ayuda de una niña que es parte de los Children (nombre que les dieron los primeros hombres). Final de la aventura para Jojen, y final del viaje para el grupo que por fin se encuentran con el cuervo de tres ojos que tanto apareció en los sueños de Bran. El viejo les contó que les estaban vigilando desde el principio y prometió a Bran que iba a recuperar algo que había perdido, aunque no lo que se imaginaba él. Y así se despide de nosotros Bran con la promesa de que tendrá alas, en el que en vez de contestar a nuestras dudas, aparecen miles más. No cabe la menor duda de que Bran será un protagonista destacable la siguiente temporada y su historia será aún más interesante.
En cuanto a Arya, su temporada acabó en apoteosis, después de una gran cuarta temporada en compañía de Sandor Clegane. Y por fin tuvimos el encuentro entre Brienne y Arya que fue de lo más interesante, especialmente la pelea que prosiguió entre Brienne y Sandor. Con respeto a la pelea entre Oberyn y la Montaña, fue sin duda de las mejores que hubo en la serie. Aunque me imaginaba una victoria de Sandor, por parecer mucho más fuerte y no dudar en abusar del juego sucio, la victoria de Brienne al final de una sublime pelea entre ambos fue más que merecido y permitió además a Arya deshacerse de Sandor. A pesar de que ese le haya casi suplicado que le quitase su último aliento de vida, Arya se negó a hacerlo y lo ignoró por completo. De ese modo recibe la venganza que tanto deseaba, aunque su reacción de no matar a Sandor fue espléndida. Matarlo hubiera aliviado el dolor de Sandor, mientras que dejarlo vivo le haría sufrir horas, o días, hasta que se muera. La relación entre ambos siempre fue muy peculiar, y el adiós que tuvieron fue el mejor posible. Sandor le soltó todo lo que podía para aumentar la rabia de Arya para matarla, pero la niña fue mucho más inteligente y siguió su camino (robándole el dinero a su acompañante), sin que Brienne y Podrick lograsen pillarla. Además, la temporada no podía acabar de mejor manera que con Arya subiendo en un barco que se dirigía hacia Braavos, marcando el paso para una nueva etapa para ella, pero para casi todos los protagonistas. La quinta temporada empezará de cero para muchos de ellos y ahora queda esperar casi 10 meses para volver a ver a estos increíbles personajes que nos tienen en aliento capítulo tras capítulo.
Por acabar, tuvimos derecho a una brillantísima cuarta temporada, con momentos de pausa y otros de máxima tensión y aliento, especialmente los últimos minutos de cada episodio. Buen ejemplo son los 3 últimos capítulos que estaban cargados de emoción y de acción con peleas dignas de producciones hollywoodianas y haciendo honor a la calidad que intenta transmitir HBO en sus series. Una temporada marcada como siempre por las muertes de muchos protagonistas, y por una vez ninguno de ellos eran de la familia Stark. Gracias al excelente último capítulo, que cerró algunas etapas, tenemos ya una breve idea de lo que seguirá en la quinta temporada. Aunque para ello habrá que esperar 10 meses, para los que, como yo, aún no hemos leído los libros.