Viajando al Castillo de Himeji (Japón)

Castillo de Himeji
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Ya hacía bastante tiempo que no escribía una entrada en la sección de viajes y reparo este error llevándote a Japón. Más específicamente a la ciudad de Himeji, conocida por su castillo, del mismo nombre. Además del jardín Kokoen que se encuentra al lado.

La principal razón que me hizo visitar este lugar, aparte de ser uno de los castillos más famosos de Japón, es por haberlo visto miles de veces en mis numerosas partidas a la serie Civilization. Y claro, tenía ganas de verlo por fin con mis propios ojos. Para que luego digan que los videojuegos no instruyen nada.

Lo bueno es que su visita se hace bastante rápido y le dediqué tan solo la mañana en ir a ver el castillo y el jardín que está al lado, para luego poder visitar otra ciudad (Kobe). Eso y lo cerca que está de Osaka en tren bala, menos de una hora desde mi hotel y algo más de treinta minutos desde la estación central de Osaka.

Además, se llega muy fácilmente hasta el lugar, ya que tan solo hay que caminar unos 10-15 minutos en línea recta desde la estación de tren de Himeji. Por cierto, algo que me sorprendió en mi camino, aparte de alguna que otra estatua, fue ver cómo tapaban las tapas de alcantarillas (con un diseño impresionante) mientras estaban haciendo obras en la calle.

Esa es la de Kobe, ya que por desgracia no se me ocurrió sacarle una foto a la de Himeji, que tenía a su castillo representado (en color)

Llegué bastante temprano al castillo, casi a la hora de su apertura (de 9 a 17) para así evitar tener demasiada gente paseándose por el lugar y poder sacar fotos tranquilamente. La entrada cuesta 1,000 Yens para los adultos (1,040 si se quiere visitar también el jardín Kokoen). Se puede descargar una aplicación de realidad aumentada (gratuita) que se puede usar dentro del castillo y que sirve como una especie de guía.

¿Qué tiene de especial el castillo? Pues es uno de los pocos que se conservan en su estado (tan solo 12 en Japón), a pesar de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Las primeras construcciones del castillo remontan al siglo XIV (1333) aunque ha tenido ciertas renovaciones y lo que hay hoy en día es de los años 1600. Cierto es que tuvo derecho a un pequeño lifting que duró casi un lustro.

Tiene una arquitectura impresionante, con detalles preciosos sobre todo al nivel de las tejas. O sus ventanas que fueron construidas con el fin de poder atacar y defender el castillo de los enemigos, pero al mismo tiempo permite la entrada de luz y aire.

Es apodado como Shirasagi-jo, el castillo de la Garza blanca, por sus paredes de yeso blanco y su carpintería emblanquecida. Una construcción de madera que se puede apreciar una vez al interior y se van subiendo las plantas. No es por nada que ese monumento fuese uno de los primeros de Japón en ser considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1993.

Himeji-jo es la más perfecta expresión arquitectónica de un castillo japonés de comienzos del siglo XVII. El sitio comprende un conjunto de 83 edificios con dispositivos defensivos muy perfeccionados y sistemas de protección notablemente ingeniosos, que datan de la primera época del sogunato. Obra maestra de la arquitectura en madera que une los aspectos funcionales a un gran atractivo estético, el castillo de Himeji-jo se destaca por la elegancia de su silueta y sus muros de tierra blanqueados, así como por la sutil relación establecida entre los volúmenes de sus edificios y los múltiples planos de sus techumbres.

UNESCO
Vistas desde lo alto del castillo, la larga calle es la que lleva a la estación de tren

El otro lugar atractivo que hay en Himeji, es el jardín Kokoen que está a un centenar de metros del castillo. No sabía realmente qué iba a encontrar, y lo visité más por curiosidad. Y valió la pena, sobre todo al estar en la temporada en el que las hojas de los árboles cambian de colores en otoño. Esos tonos rojizos, que se mezclan con un descolorido amarillo y otros árboles verdosos ha sido de lo más increíble que he visto en mi viaje a Japón.

Es una de las razones por las que cada vez que tenía la oportunidad de visitar un jardín japonés, aprovechaba la ocasión. Cuando aquí en Europa no es necesariamente algo que se me ocurriría. La suerte quiso que cuando empecé mi visita, dejara de llover y estar tan nublado (como se puede ver en la foto anterior).

Vistas que uno se puede encontrar en el jardín Kokoen en pleno mes de noviembre

Fuentes:

Como siempre, dejo unas galerías (una para el castillo y otra para el jardín) para los más curiosos y los que quieren ver más de estos dos lugares imprescindibles de visitar. Más aún si uno tiene pensado hospedarse en la región, tanto por Osaka como en Kioto. Por desgracia, ese día el tiempo no me acompañó y es por eso que la calidad de las fotos no son óptimas.

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