Ficha técnica
Año de estreno: 2013 (2014 en España)Duración: 180 minutos
Presupuesto: 100.000.000 $
Director: Martin Scorsese
Reparto: Leonardo DiCaprio (Jordan Belfort), Jonah Hill (Donnie Azoff), Margot Robbie (Naomi Lapaglia), Myke Chandler (Agent Patrick Denham), Jon Bernthal (Brad), Jean Dujardin (Jean-Jacques Saurel)
Resumen: La película (basada en el libro del mismo nombre) nos resume en 3 horas la carrera de brooker de Jordan Belfort, desde sus comienzos en 1987 hasta su caída, pasando por la creación de su empresa Stratton Oakmont y la conquista de Wall Street vendiendo acciones más que dudosas. La película nos contará sus principios en Wall Street, empezando en una empresa dónde trabajará para Mark Hanna (Matthew McConaughey), un drogadicto, alcohólico y un bróker que logra ganancias millonarias (figura en la que se transformará a lo largo de la película), hasta la crisis del 1987 dónde la Bolsa cae estrepitosamente y le deja sin trabajo. Su único remedio es trabajar para una empresa en Long Island que vende boletos rosados, de empresas pequeñas que no pueden cotizar en el NASDAQ, de acciones que cuestan tan sólo centavos, dónde se lleva la mitad de la comisión. Avaricioso de ganar más dinero, monta su propia empresa (Stratton Oakmont), con algunos de su compañeros que no tienen ningún conocimiento del funcionamiento de Wall Street, mezclando la venta de papeletas rosas con acciones de grandes empresas (Disney, Microsoft, …). Una vez su empresa bien establecida y desplazada a Wall Street, con ganancias millonarias y con el problema de tener que transportar parte de su fortuna en un paraíso fiscal (Suiza), gracias a la ayuda de la tía de su segunda mujer, lo que le deja en el mirador del FBI. Gran parte de la película se centra entre sus peripecias, y la de sus amigos, dónde el alcohol, las drogas y las orgías son legión; y el intento de escapar a las redes del FBI, enviando su dinero a Suiza para evitar cualquier sospecha.

Una orgía de desmesuras
Martin Scorsese nos deleita de una comedia desmesurada, en todos los sentidos, con unas prestaciones increíbles por parte de Leonardo DiCaprio, que eclipsa al resto del reparto, y de Jonah Hill que demuestra tener mucho más que sentido del humor, aunque su personaje nos hará reír por sus increíbles situaciones, con una actuación de Donnie Azoff impresionante. Aunque son muchos los socios que aparecen en la película, y los actores secundarios, cada uno es capaz de destacarse por su peculiaridad y esa locura que comparten con su jefe. También cabe destacar la breve aparición de Matthew McConaughey que nos resume a la perfección lo que nos espera durante las próximas tres horas: desmesura. Desmesura de alcohol, de drogas, de fiestas, de orgías, de dinero. Casi parece exagerado que durante tres horas, Scorsese es capaz de desarrollar y contarnos la historia de Jordan Belfort y su vida alocada en la que todo iba a más de 200 Km/h. Porque ese es el gran argumento de la película, mostrarnos el perverso universo que vivió ese bróker y sus socios durante décadas. Las escenas de abuso de drogas, alcohol y demás se siguen una tras otra, con alguna que otra escena más tranquila pero igual de divertida, y logran pasarnos un largo rato de divertimiento. Eso sí, siempre y cuando a uno le va tantos abusos, porque hay que reconocer que El Lobo de Wall Street no es para cualquiera y no se librará de las críticas contra esas desmesuras; sobre todo la escena de la orgía en el avión.

Una desmesura de entretenimiento
La última película de Martin Scorsese logra lo que debería hacer cualquier película, hacernos soñar y arrastrarnos dentro de su universo. Si es verdad que la vida de los protagonistas es totalmente desmesurada, uno se imagina que podría haber hecho si estuviese en esa misma situación. Porque seamos sinceros, quien no desearía ser millonario como lo dice tan bien Jordan Belfort en la película; claro está que este estilo de vida conlleva unos riesgos que se describen perfectamente en la película. Y no solo hablo de las acciones ilegales que ocurren a lo largo de ella, como el uso de drogas, las acciones ilegales de la empresa o de los protagonistas; pero también de la decadencia del protagonista en el que su avaricia de todos los vicios posibles, que influye en su vida privada dónde lo pierde todo y cae tan bajo que pasa a ser un don nadie. Y si ese resultado final puede servir como moraleja, las casi 2 horas y 50 minutos restantes están ahí para divertir al espectador; porque al fin y al cabo, ese es lo que querremos cuando nos vamos al cine.